En la historia de la evolución humana, adaptarnos al entorno es una cualidad que nos ha hecho sobrevivir y llegar a ser quienes somos. Actualmente, buscamos la mejor opción posible para seguir adelante, modificamos nuestras costumbres, cambiamos hábitos y tomamos decisiones que dejan atrás viejas rutinas. Y ninguno de estos procesos ocurre de forma inmediata, requieren su tiempo.
Por otra parte, sin contexto, los actos no tienen sentido, quedan como hechos irrelevantes, sin tiempo ni espacio donde ubicarlos. Por ejemplo, “beber agua” no significa lo mismo para una persona en el desierto que para alguien que tiene un grifo a mano cuando le apetece.
Con estas dos ideas presentes y llevadas al ámbito comercial, podríamos decir que las empresas nos parecemos, cada día más, a organismos vivos, que resistimos el paso del tiempo gracias a nuestra capacidad de reajustarnos según las circunstancias que nos rodean.
Estas circunstancias son el motor del avance, de nuestra evolución, y deberían ser, en general, aprovechadas con buena actitud para continuar nuestra labor. Esto significa que, entre otras muchas cosas, es nuestra responsabilidad analizar la situación, recopilar datos, contrastar la información recogida y lanzar nuevas propuestas, ya sean productos, servicios o metodologías de actuación, para sobrevivir y seguir adelante, aportando, en consecuencia, valor a la sociedad.
En lo concerniente al contexto, no es lo mismo que cualquiera diga sin más “soy una empresa que te vende y te instala una cortina de cristal” a que Acristalia te asegure que “somos una empresa que moviliza toda una maquinaria bien engranada compuesta por profesionales cualificados, capaz de instalar un techo móvil en Suiza sin movernos de nuestras oficinas porque hay una pandemia global que nos impide desplazarnos”.
Como ejemplo de esto, exponemos aquí el caso de nuestro cliente profesional RCA Vitrerie & Véranda, de Suiza. Gracias a este episodio, con el añadido extra de la pandemia de por medio, como hemos comentado, demostramos nuestra capacidad de adaptación para ofrecer el mejor servicio que podamos dar, aportar la mejor solución y continuar evolucionando y creciendo en experiencias que compartir.
Además, queremos contaros que esta ha sido una historia con final feliz.
Al igual que nuestro cliente profesional, el comprador en Zúrich ha quedado más que satisfecho y está bastante contento con su instalación, la cual ha tenido sus particularidades, que a continuación describimos.
Nuestro departamento comercial internacional contactó con esta empresa durante el segundo semestre de 2018. Dicen que la suerte es de quien la busca, y precisamente, en esos meses, nos llamó directamente un particular de Zúrich interesado en nuestros sistemas de cerramiento acristalado, por lo que le recomendamos a RCA para que gestionara el pedido.
? Primera particularidad: el idioma. La persona que nos contactó hablaba español, alemán e inglés; el profesional, francés. Nuestra comercial gestionó esta salvedad sin problema ya que domina estos idiomas con fluidez, por lo que Acristalia hizo de puente para el buen entendimiento de las partes, garantizando el seguimiento en cada etapa del proyecto.
? Segunda particularidad: la normativa suiza. Durante el periodo de tiempo que fuimos recopilando los datos de la instalación, tuvimos que vérnoslas con la exigente normativa suiza, la cual asimilamos para adaptarnos a sus requerimientos, supervisados por arquitectos en este tipo de instalaciones en esa ciudad.
? Tercera particularidad: el clima. El contraste térmico de esa zona, con dos temperaturas muy diferentes entre invierno y verano, parecía un reto insalvable. Pero con nuestra implicación en el proyecto y el conocimiento empírico de nuestro contacto, con una dilatada y demostrada experiencia profesional, logramos la mejor solución. Salvamos la carga de nieve modificando la estructura en nuestro departamento técnico, y proporcionamos la solución de toldo y vidrio control solar para el caluroso verano, demostrando que nuestros productos están pensados para ser flexibles en el aspecto de adaptarse a las necesidades de las zonas donde se instalan, conservando el atractivo estético que nos caracteriza.
Todas estas particularidades quedan como trámites comparadas con la más grande de todas: la historia con la crisis sanitaria del coronavirus.
Nos ha condicionado al mundo entero a reformular métodos de trabajo y en la forma de relacionarnos de manera comercial con nuestros clientes. Nosotros formamos presencialmente a nuestros distribuidores profesionales, además de enviar a un técnico instalador para que asesore y supervise la instalación in situ, pero en este caso en concreto, nos vimos abocados a la formación telemática, nuevamente, en varios idiomas. En un momento, tres departamentos actuaban a la par: Comercial Internacional, Gestión de Proyectos e Informático, todos coordinados para una fluida comunicación y un asesoramiento técnico impecable. Finalmente, el proyecto se cerró satisfactoriamente para todas las partes, a pesar de todas las dificultades que nos hemos ido encontrando en el proceso.
A continuación, os dejamos la ficha de los productos:
– Techo móvil Serie Sliding de 15m² con vidrio de seguridad templado laminado 6+6 con control solar.
– Perfiles color RAL 7016 gris antracita
– Toldo motorizado, RAL 7016 y lona gris.
– Cortina de cristal Serie Standard de 10m².
Y para terminar, podéis ver unas fotos de cómo era la terraza antes y cuál ha sido el resultado final.
Como conclusión, nos gustaría destacar que, incluso cuando aparentemente lo tenemos todo en contra, es posible crear nuevos lazos comerciales, siempre que el tipo de relación sea clara y transparente, basada en la satisfacción del cliente final como objetivo común de las partes implicadas (nosotros como proveedor y nuestro distribuidor profesional) y poniendo todo de nuestra parte como equipo para superar las dificultades que nos podamos encontrar.