¿Hablamos de lo mismo cuando nos referimos al vidrio o al cristal? Es lo que sucede habitualmente, pero realmente estos términos no son sinónimos. En el siguiente artículo explicamos en qué se diferencian.
El vidrio y el cristal son dos términos que habitualmente se usan como sinónimos y se tiende a confundir las semejanzas entre ambos materiales con la verdadera realidad. El cristal y el vidrio no son exactamente lo mismo, pero tampoco son dos materiales diferentes. En el siguiente artículo se despejarán las dudas que puedan surgir respecto a estos términos.
El vidrio y el cristal mantienen una composición muy similar. La Real Academia Española de la Lengua dice, en su primera acepción, que el vidrio es un “material duro, frágil y transparente o traslúcido, sin estructura cristalina, obtenido por la fusión de arena silícea con potasa y moldeable a altas temperaturas”. Por el contrario, no dice gran cosa del cristal: “vidrio, especialmente el de alta calidad”. Sin embargo, según los investigadores del vidrio y el cristal no estamos hablando exactamente de lo mismo y hay que atender mucho más que a su materia.
Estructura atómica
Según estos mismos teóricos, la principal diferencia entre el vidrio y el cristal está en el proceso o tratamiento de los materiales. Mientras el cristal es un sólido perfecto, con una estructura atómica regular, el vidrio presenta una estructura irregular. En muchos casos el vidrio es considerado como un cristal falto de terminación, puesto que las mismas materias primas con distinto proceso de enfriamiento da lugar a uno y otro material. Tiene que ver con el tiempo de enfriamiento de estas materias (ver El vidrio en la construcción).
En la vida cotidiana podemos referirnos a estos dos términos indistintamente sin llevar a error, porque está totalmente aceptado. Sin embargo, es entre los profesionales donde nacen estas distinciones y entre la comunidad científica que ve en el cristal aquel mineral que se origina de forma natural, sin la manipulación del ser humano, como pueden ser los casos del cristal de cuarzo, rubí o fluorita, entre otros. Pero también también se denominan cristales a aquellos objetos tales como vasos, copas u otros elementos de cristal que incorporar en su composición óxido de plomo.
Errores en la vida cotidiana para los profesionales
Como vemos, el significado de ambos términos es bastante relativo. En la vida cotidiana se entiende al referirse como “cristal” el material de cerramiento de una ventana, sin embargo, según los profesionales lo más correcto sería hablar de “vidrio”. Ocurre lo mismo con el “cristal” de las gafas de vista o de sol. Está totalmente aceptado por la sociedad y se entiende perfectamente. En este caso, según los científicos sería recomendable referirnos a éste como el “vidrio” de las gafas (ver Curioseadores). Además, en este vocabulario también hablaremos de «vidrio» y no de «cristal» en el caso de las peceras.
Otra de las diferencias notables entre el vidrio y el cristal, que proviene de su proceso de fabricación y tratamiento, es que el cristal o vidrio común en caso de rotura se produciría en trozos con aristas definidas y cortantes. El vidrio tratado térmicamente, como puede ser el caso del vidrio templado, es más seguro y en caso de rotura se fragmenta en pequeños trocitos no cortantes. Este tipo de vidrio es uno de los más usados para las Cortinas de Cristal. Los tipos de vidrio más comunes son: templado, laminado, templado-laminado, mateado, cámara o con capa, entre otros.